Seguro que en algún momento que hayas ido a comprar un colchón un vendedor te habrá hablado de la resiliencia, o si te has metido en algún foro de colchones o has leído la información de alguna marca en concreto te habrás encontrado con este término.
Pero, ¿qué es exactamente la resiliencia de un colchón?
La resiliencia es una medida con la que se calibra el grado de confort que tiene un colchón, de forma que a mayor resiliencia mayor comodidad. Lo que mide exactamente este concepto es el «rebote superficial de la espuma».
¿Cómo se calcula?
Se toma una muestra de la espuma que se utilizará en el colchón y se deja caer una posta de acero para medir a continuación el porcentaje de rebote de la misma en función de la altura desde la que se dejó caer.
La resiliencia es importante en todos los colchones, pero fundamental en los de espuma de poliuretano, y como medida general una buena espuma, lo suficientemente cómoda para el descanso presentará una resiliencia que oscilará entre el 40% y el 75%.
De esta manera, conociendo el concepto de resiliencia ya sabremos de lo que nos está hablando en el momento en el que nos enfrentemos a la compra de un colchón.