Ya te hemos contado en otros artículos que elegir y conservar un colchón es imprescindible para conseguir el mejor descanso. Muchas horas de nuestra vida las pasamos durmiendo y si queremos cuidar nuestra salud no solo debemos cuidar nuestra dieta y nuestros hábitos, también es importante descansar bien. Y para eso además de dormir las ocho horas diarias es fundamental dormir del tirón. ¿Cómo lo conseguimos? con un colchón apropiado y con una almohada cervical. ¿Quieres saber más sobre este tipo de almohadas? Sigue leyendo.
Las almohadas cervicales tuvieron su apogeo a mediados de los años noventa. Gracias a la publicidad, se convirtieron en una especie de “panacea” para curar todos los males de espalda o de cuello. Con el paso de los años, se ha desmentido que sean ningún remedio mágico, aunque sí es cierto que su forma y los materiales de fabricación pueden ayudarnos a corregir las malas posturas y a sobrellevar torceduras y agarrotamientos.
Tipos de almohadas cervicales
Existen varios tipos de almohada cervical. Lo mejor es que se ajusten a la nuca o la parte inferior de la cabeza. De esta manera, se consigue lo que hemos mencionado en otras entradas de nuestro blog: que el cuerpo se mantenga lo más alineado posible, en una posición similar a cuando estamos de pie. Es la más natural y la que evitará sobrecargas en las vértebras o a nivel muscular. Además, favorecen la respiración, por lo que también pueden ser una solución para personas que ronquen demasiado o que tengan problemas de apnea (microcortes respiratorios durante el sueño).
Cuáles son las mejores almohadas cervicales
Las mejores almohadas cervicales, por su duración y dureza, son las de látex o viscoelástica. En cuanto a la forma más adecuada, las que tienen forma de “ese” son las mejores para las molestias situadas en los hombros o la parte inicial de la espalda. Las que tienen forma de “u” y sujetan el cuello en su totalidad son indicadas para las molestias de la cabeza, o bien del propio cuello.
Otra opción son las almohadas tubulares, que se colocan debajo del cuello y básicamente ayudan a tener la cabeza levantada. En todos los casos debemos probar antes de comprar una a la ligera; si escogemos un modelo inadecuado según nuestra fisonomía, puede hacernos más mal que bien.
Es importante que a la hora de comprar una consultes con algún experto que te aconseje cuál de todos los modelos es el que te vendrá mejor. Ten en cuenta que son almohadas que se amoldarán a ti pero cada una tiene sus propias característica. No queremos conseguir dañar ninguna parte de nuestro cuerpo, todo lo contrario. Por eso pruébalas bien antes de comprarlas y fíjate en su composición y forma.
En este vídeo que te mostramos a continuación podrás ver los distintos tipos de almohadas que existen y te ofrecerán una explicación sobre cada uno de los tipos. Presta atención porque te recomendarán cuándo es mejor utilizar unas u otras, de qué material deben estar rellenas, etc. Son consejos que siempre viene bien conocer ya que muchas veces cuando compramos una almohada no pensamos siempre en que nos vaya a permitir descansar durante toda la noche. Creemos que es cómoda pero en realidad nos puede dar algunos problemas futuros de dolor de cuello.
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Imágenes: colchoneriaimar.es, materialortopedico.com, proursa.com
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