Quién no ha visto en alguna película el uso de un colchón de agua. Estas escenas acostumbran a estar asociadas al humor o al erotismo. Muchas personas tienen entre sus fantasías poder pasar una noche en uno de ellos.
Este tipo de colchón apareció en Estados Unidos hace algún tiempo. Actualmente la fabricación, venta y utilización de este tipo de colchón, a nivel internacional, sigue siendo poco importante.
En un principio, los colchones de agua no eran precisamente cómodos. La superficie provocaba hundimientos que podrían incidir en deformaciones importantes de espalda. Esta circunstancia obligó a los principales fabricantes a estudiar nuevos sistemas de fabricación para conseguir mayor estabilidad y firmeza.
Otro problema era la frialdad del agua. Actualmente, cuentan con un sistema térmico, que permite que se caliente o enfríe el agua que incluyen por dentro de acuerdo a la temperatura del exterior.
En estos momentos, los colchones de agua están relacionados realmente con el descanso. Estos tienen numerosas ventajas para mejorar el reposo de nuestro cuerpo.
Uno de los beneficios más importante es que este tipo de colchón toma la forma del cuerpo, por lo que se eliminan los puntos aislados de presión, evitando que la persona amanezca con dolores.
También permite relajar el cuerpo al máximo, logrando que se alcance un descanso profundo y reparador. A su vez permite la activación de las funciones metabólicas, para producir la recuperación total de las energías gastadas. Posibilitan una posición cómoda para dormir y permiten que el cuerpo mantenga una circulación sanguínea correcta.