La aparición del colchón viscoelástico supuso una revolución total en el ámbito del descanso ya que ofreció a los consumidores un colchón cómodo y adaptable que prevenía las dolencias típicas de los colchones tradicionales y potenciaba los aspectos más beneficiosos del descanso.
Hay que recordar que los materiales viscoelásticos comenzaron a utilizarse en los viajes espaciales de la NASA, y que la primera empresa que comenzó a comercializarlos en España fue El Corte Inglés, gracias a su marca Tempur y a la patente que obtuvo sobre ellos, lo que ha llevado a que en ocasiones se llegue a identificar ambos conceptos.
Hoy en día, el colchón viscoelástico ya no está sujeto a ninguna patente y ello ha permitido una mayor competencia con lo que los precios se han rebajado en general y han permitido el acceso a los colchones viscoelásticos de una gran parte de la ciudadanía.
La principal característica de un colchón viscoelástico es su adaptabilidad, que no es más que la capacidad de adaptarse a la forma de cada cuerpo, así se acomoda a cualquier fisionomía y garantiza el máximo descanso.
Por otro lado, es el colchón ideal para dormir en pareja, ya que esa adaptabilidad combinada con su receptabilidad permite que el colchón genere un área propia de descanso, con lo que cualquier movimiento de uno de los componentes de la pareja no afecta al descanso de la otra, garantizando un máximo descanso de ambas partes.
En definitiva, el colchón viscoelástico supuso un avance importante en el descanso y una revolución en el bienestar de los ciudadanos.