El colchón ideal

Si tenemos en cuenta que nos pasamos entre 6-8 horas diarias durmiendo durante todos los días de nuestra vida, parece evidente que elegir el colchón ideal no es una cuestión baladí, sino que es una decisión a la que se debe de prestar la suficiente atención como para no arrepentirse durante el resto de la vida.

Por ello, vamos a analizar las condiciones que debería de tener el colchón ideal, unas condiciones que no es necesario cumplir todas ellas a rajatabla, pero sí acercarse lo más posible para poder disfrutar de un descanso agradable que no repercuta negativamente en la eficacia del día a día.

Pero, ¿cuáles son esas condiciones?

1. Firme: El colchón ideal debe de ser firme para poder conseguir que la columna vertebral se mantenga en una posición natural mientras se duerme.

2. Homogéneo: El cuerpo debe de estar apoyado de manera homogénea sobre el colchón, sin que unas partes reciban más apoyo que otras.

3. Adaptable: Un buen colchón debe de ser capaz de adaptarse a cada cuerpo, ya que cada persona es diferente, con unos pesos y unas curvas diferentes, por lo que el colchón ideal debe de poder adaptarse a cada nuevo condicionante corporal.

Tres condiciones fundamentales para poder disfrutar al 100% del colchón y conseguir que nuestro cuerpo no acabe sintiendo molestias, porque no podemos olvidar que el dolor de espalda es uno de los problemas fundamentales de nuestra sociedad, ya que debido al sedentarismo somos incapaces de realizar el ejercicio físico que necesitaríamos para fortalecer nuestra musculatura.

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