La planta de la Aloe Vera se ha venido utilizando como solución medicinal desde que el mundo es mundo, antes incluso de que la medicina como tal comenzara a ser una ciencia extendida esta planta servía para curar pequeñas dolencias de todo tipo, unas de manera real y otras de manera psicológica.
Pero no ha sido hasta hace pocos años que la Aloe Vera ha comenzado a utilizarse en los productos comercializados no medicinales, especialmente en cosméticas y, últimamente, en colchones, por las propiedades que esta planta presenta y que garantiza el mejor de los descansos.
La forma en la que se utiliza la Aloe Vera en los colchones es relativamente sencilla, ya que se impregna la superficie del colchón que va a estar en contacto con el cuerpo con el jugo de la Aloe Vera, con lo que se consigue un descanso más placentero y se repercute beneficios secundarios sobre la piel.
Sin embargo, para aprovecharse de los beneficios de la Aloe Vera sobre nuestra piel no es necesario que el colchón posea esta impregnación de fábrica. Si nuestro colchón es antiguo y no la posee, podemos impregnarlo a posteriori, o bien poner jugo de Aloe Vera en la lavadora cuando lavemos las sábanas, de esa forma descansaremos sobre él de cualquier forma.
En definitiva, la implementación de la planta de Aloe Vera en la fabricación de colchones es relativamente reciente y es una nueva muestra del regreso que el ser humano está realizando a sus raíces más íntimas de contacto con la naturaleza.